El largo camino de convertirse en profesor

 

          En puertas de la nueva carrera profesional docente, son muchas las opiniones y problemáticas que abordan el tema de los docentes principiantes y del difícil camino que estos profesionales experimentan, muchas veces, solos. Este artículo aborda los argumentos de la necesidad de que exista un sistema de inducción profesional para guiar y fortalecer las estrategias y virtudes que posea este nuevo miembro del sistema educativo para que realice con éxito su labor de docente.

 

          A pesar de que la gran parte de las universidades que tienen carreras de educación tienen en su programa de estudios prácticas profesionales, no se debe dejar de lado que la teoría, a veces, es muy diferente a la práctica; Boerr (2014) cita a Feiman-Nemser (2001) e indica que “los profesores principiantes tienen dos tareas fundamentales; enseñar y aprender a enseñar; y además de eso, aprender cómo aprenden sus alumnos”.

 

          Boerr (2014) afirma que existen informes de la OCDE que revelan que:

 

          “Incluso en los lugares donde hay niveles altos de confianza en la calidad de formación inicial de los profesores; la naturaleza misma de la enseñanza, hace los profesores principiantes tengas dificultades serias para adaptarse al ejercicio profesional, dadas las características de la  profesión” (p.58).

 

Formación de mentores de profesores principiantes de Educación Básica

 

          La Universidad Católica de Temuco realizó un proyecto piloto sobre la formación de mentores para ayudar a profesores principiantes en la carrera docente. El proyecto obtuvo sus bases en modelos y programas de Inglaterra, Nueva Zelanda, Israel, entre otros países; aquellos se asentaban en un aprendizaje colaborativo, entre mentor y principiante, mediante la realización de una investigación-acción.

 

          Lo fundamental de este proyecto es capacitar a un mentor para ser un guía para el profesor principiante, puesto que “una buena experiencia en los primeros años resulta crucial para su futuro desempeño” (Inostroza, Jara y Tagle, 2007, p. 58). Para ello, se elaboraron estrategias y un perfil con las competencias que debe desarrollar un mentor como su compromiso ético, comunicación, asesoría, entre otros. Mediante el transcurso del proyecto, se percibieron algunas desventajas y ventajas. Una de las mayores desventajas fueron los tiempos y actitud de los sostenedores y directivos, lo cual impedía llevar a cabo el trabajo del mentor. Por otro lado, una notoria ventaja fueron el trabajo de investigación-acción y los talleres de reflexión personal, ya que estos permitían reconocer sus fortalezas y debilidades.

 

Formación de profesores mentores: un eslabón necesario para el desarrollo docente principiante

 

             Este artículo presenta una serie de problemáticas que debe enfrentar el docente principiante al momento de egresar de su carrera universitaria; se presentan las preocupaciones que este tiene, como por ejemplo: el manejo de un grupo de estudiantes y la motivación, las cuales son dos problemáticas muy importantes dentro del aula. Es natural que los docentes principiantes se sientan inseguros de sus capacidades, ya que no es lo mismo una pre-práctica o práctica profesional, que trabajar directamente con niños a su cargo. El profesor en su primer año de docencia, explora un mundo nuevo en el cual muchas veces no tiene ayuda. Hay estudios como el realizado por National Commission que demuestran que existe una gran deserción de profesores durante los primeros años de trabajo, debido a que se les asigna a los alumnos con más dificultades, ya sea de aprendizaje o de comportamiento, se les inunda con actividades curriculares, no enseñan la especialidad que ellos ejercen, sino que es otra y otra razón muy importante es que se sienten aislados de sus compañeros de trabajo. Además, hace una investigación acerca de las diferentes culturas de enseñanza de los establecimientos y cómo trabajan sus docentes.

 

Comentarios finales

 

           Estos tres artículos abarcan un tema de gran interés para los profesores en formación, quienes a pesar de su entusiasmo por hacer clases y poner en práctica sus habilidades y metodologías de enseñanza, tienen un gran temor a fracasar; Boerr (2014)  indica que la formación de los estudiantes de educación, “ha estado cargada de teorías y modelos para estudiantes promedio que no son precisamente los que encuentra en la sala de clases” (p.54).

 

          La mayoría de los establecimientos tienen sus propias culturas de enseñanza; es por esta razón que hay bastante deserción de los docentes principiantes, debido a que deben adecuarse a cada tipo de cultura, sin saber del tema. Algunos de estos ejemplos pueden ser: la cultura individualista, la cual no presenta ayuda ni colaboración entre los miembros de la comunidad, aquí se ve la típica frase “son mis niños”; está la cultura balcanizada, estos son grupos de trabajo que se unen por un tema en común, pero no se comunican con otros grupos; están también las culturas colaborativas, en donde hay un clima propicio, más armonioso y de más compañerismo; se encuentran las culturas colaborativas forzadas, las cuales solo funcionan, principalmente, cuando un objetivo es a corto plazo, luego se desarman.

 

              El objetivo de los mentores es ayudar al profesor principiante a desarrollar las competencias necesarias del oficio de enseñar; dada la experiencia del docente guía, este debería ser capaz de hacer que el nuevo profesor se familiarice con temas tan importantes y habituales como: la interculturalidad, la inclusión, necesidades educativas especiales, resolución de conflictos, atención y buena comunicación con padres y apoderados, etc. De esta relación mentor- principiante, ambos aprenden.

 

              En Chile, el tema de la inserción de los profesores se vio por primera vez en el año 2005, por representantes del Ministerio de Educación, Colegio de Profesores y la Asociación Chilena de Municipalidades, en donde se creó una Comisión para el Diseño de una Propuesta para la Inserción de los Profesores. A partir de allí, se ha trabajado en formular propuestas para un programa de mentores, un programa que debería facilitar la vida profesional y personal de los docentes que en estos momentos están en formación.

 

             Para los profesores principiantes es distinto iniciar el trabajo docente con la compañía de un mentor. Sin embargo, si se quiere mejorar la calidad y equidad en las escuelas hay situaciones que se deben enfrentar, como por ejemplo, el problema de los tiempos para poder ofrecer una enseñanza y aprendizaje acorde a las necesidades de los niños y niñas. Asimismo, en la función de mentor, se debe considerar el tiempo necesario para el desempeño de este rol.

 

        Esperamos que estas investigaciones tengan una acogida positiva y ayuden al desarrollo profesional de los profesores y, por consiguiente, a la educación.

 

Bibliografía

 

• Boerr, I. (2014). El largo camino de convertirse en profesor. Carrera profesional docente, 54, 52-63.

• Inostroza, G. Jara, E. y Tagle, T. (2007). “Formación de mentores de profesores principiantes de Educación Básica”. Revista Docencia, 33, 57-63.

• Valdés, G. (2010). Formación de profesores mentores: un eslabón necesario para el desarrollo docente principiante. Visiones de la Educación, 17,71-81.